Quizás habría que diferenciar entre quedadas de diurnos y nocturnos. Sio te vas a Colón en diurno, te vas a encontrar mucha variedad. En cambio, en un nocturno, depende de donde vayas te encontrarás una cosa u otra. El espectro de edad en nocturno parece que se reduce.
De todos modos, cuando Nando, Boj y servidor fuimos a una disco con terraza (los jardines de nosequé) pudimos ver un set de cuatro de diferentes edades. Por poner un ejemplo.
Personalmente no me cierro a la edad que puedan tener ellas. Tampoco me interesa lo que opinen acerca de mi edad o de la que, según ellas, pueda aparentar. Al igual que vosostros, he conocido mujeres con 17 años más maduras que otras con 26, estas últimas viviendo una segunda o tercera adolescencia.
Sinceramente, lo que más me preocupa de todo esto es que el grupo se acabe dividiendo. Que se acaben formando subgrupos de comfort; y ésta es una forma de limitarse que no me gustaría ver dentro del
Proyecto. No resulta coherente.
Hay algo que me parece fantástico, y es que Boj encuentre cierta afinidad con Hemingway del mismo modo que yo la encuentro con Goldstein y con Vortex a la hora de sargear. Genial. Ésta es una opción que acepto de buen grado: los compañeros se apoyan y se refuerzan los unos a los otros.
NANDO pero es muy sencillo, el fin de semana que viene puedes abrir un hilo proponiendo ir a otra zona si es lo que te apetece . Y lo ideal es que si a alguien le apetece hacer otra cosa que lo proponga también para que haya variedad.
Totalmente de acuerdo con Nightkiller. ¿Por qué no, por ejemplo, dos quedadas un mismo día?
Es más, lejos de imponer nada, cada cual ejerce su derecho y su libertad para hacer lo que le plazca. Éste es un derecho inalienable. De hecho, algo positivo en todo esto es que, aquellos que no nos suponga un problema la edad, podemos variar en las quedadas.
Por último, un grupo de diez personas supone mayor juego. No tenemos por que estar en un mismo local toda la noche. Podemos dividirnos, en grupos de dos o tres, proponer retos con duración de una hora (sin obligación a una participación explícita si no se desea), intercambiar miembros del grupo en otros retos, etcétera. Las posibilidades son tantas como uno desee imaginar.